lunes, 1 de noviembre de 2010

no one

Te quise,
te querré,
humanamente,
te necesité.
Lacrimeo,
aburridos lamentos,
monotonamente rutinarios,
muriendo paulatinamente
a diario.

Resucité,
cogí mi chupa,
me la alcé al hombro,
cerré de un portazo.

Soleado,
los rayos deslizándose
por la piel,
hoy me he levantado
con el alma encogida
en felicidad.

Adiós pasado inconsciente
di hola al futuro esfervescente.

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